He tenido la fortuna y el honor de participar en algunos debates de un grupo de amigos a propósito de
la situación del arte en Canarias, de todo lo cual he ido levantando actas gráficas (es decir: dibujos) de las tertulias de las que he sido testigo.
El miércoles 24 de febrero de 2016 ocurrió de repente, que es como ocurren estas cosas, un hecho trivial y asombroso.
Mientras un contertulio, un arquitecto, se esforzaba en hacerse entender queriendo expresar una amalgama de conceptos sobre la influencia de las islas, sus paisajes, sus gentes, ... en el modo de ser y de percibir el mundo; y como las islas condicionan, limitan o favorecen la creación artística: desde la literatura y pintura hasta la propia arquitectura, ... para lo cual no le bastaban las palabras comunes - eso decía él ...
Articuló, casi sin darse cuenta, una palabra desconocida, acaso una mera tautología, para expresar un concepto difuso: "La Islicidad" - dijo. ¡ Una palabra nueva ! Y aún sorprendido del prodigio, trató de explicarla allí mismo. Señalando su necesidad, debido a los límites del resto de los términos de su familia semántica, como: isleño, aislado o insular / insularidad . Apuntando, muy acertadamente, que no es tanto un invento como una fabulosa potencialidad de la Lengua, una palabra dormida que esperaba el momento de presentarse, explicarse a sí misma y llenarse del contenido que los usuarios mas necesitados y valientes comencemos a darle.
Pronto se convocará el acto donde se presentará el concepto y la palabra, y su "descubridor" tratará de empezar a explicarla.
Estoy ansioso de poder dibujar esa idea. O acaso lo llevo haciendo desde hace años y no lo sabía, porque no podía "nombrarla".
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