Tras un maravilloso día de caminata y amistad,
pusimos la guinda atravesando la montaña, tras un eco de música y canción.
Brindamos con copas de vino en el mirador del Restaurante La Cilla,
disfrutando de las vistas del Roque Nublo, del Roque Bentayga ... y de la puesta de sol,
envueltos en las canciones, el sentimiento y la generosidad de Suso Negrín